ARTÍCULO

“Nuevo” viejo uso prevalece sobre “viejo”

Un reciente fallo involucró a un antiguo edificio de la ciudad de Buenos Aires y al renombrado shopping conocido e identificado como “Patio Bullrich”. En un pronunciamiento que hizo prevalecer un uso actual frente a un uso remoto y también computó cuestiones de mala fe, el 3 de diciembre de 2009 la sala 2 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal de la ciudad de Buenos Aires declaró infundadas las oposiciones de Adolfo Bullrich y Cía. Ltda. S.A. (“Adolfo Bullrich”) contra el registro de la marca “PATIO BULLRICH” en las clases 16, 35 y 42, y simultáneamente rechazó el pedido de Adolfo Bullrich de que cesara el uso de la denominación “Patio Bullrich” con relación a dicho shopping. En otros aspectos vinculados, el tribunal rechazó el registro de la misma marca por Adolfo Bullrich en las clases 35 y 42, y también rechazó la nulidad y caducidad de la marca “BULLRICH” de esta empresa (autos “Patio Bullrich Shopping Center S.A. c. Adolfo Bullrich y Cía. S.A. s/ Cese de oposición al registro de marca” y su acumulado “Adolfo Bullrich y Cía. S.A. c. Patio Bullrich Shopping Center S.A. s/ Cese de oposición al registro de marca”).
18 de Enero de 2010
“Nuevo” viejo uso prevalece sobre “viejo”

El conflicto surgió a raíz del uso de la denominación “PATIO BULLRICH” para un shopping y las solicitudes de registro de esa marca en las clases 16, 35 y 42 por parte de Patio Bullrich Shopping Center S.A. (“Patio Bullrich”).

En 1987 una firma vinculada a esta empresa había comprado a Adolfo Bullrich el inmueble donde muchos años atrás había funcionado un mercado de hacienda bajo el nombre de “Patio Bullrich”; al año siguiente el shopping fue inaugurado con esa denominación en el mismo lugar. En 1991 Adolfo Bullrich pidió el registro de la marca “PATIO BULLRICH” en las clases 16 y 42 (a lo que se opuso Patio Bullrich) y en 1995 intimó a ésta el cese de uso del nombre y marca “PATIO BULLRICH”, con el argumento que la venta del inmueble no incluía la denominación. Por su parte, Patio Bullrich había pedido el registro de la misma marca en 1994 (con oposición, a su vez, de Adolfo Bullrich), y en el juicio invocó el uso pacífico del nombre “Patio Bullrich” con relación al shopping, consentido por la contraparte, y la mala fe de ésta al pedir la misma marca para actividades que jamás había desarrollado.

El Tribunal destacó el uso de la marca y denominación “PATIO BULLRICH” para un shopping de renombre y también señaló que el público ignoraba las actividades (venta de hacienda) de Adolfo Bullrich bajo ese nombre y que habían finalizado casi un siglo antes. Por el contrario, el actual centro comercial había adquirido una notoriedad y reputación que lograron superar el recuerdo de un predio dedicado antiguamente a la venta de ganado. El Tribunal también calificó de intolerable la presentación de las solicitudes de marca “PATIO BULLRICH” por parte de Adolfo Bullrich “en un momento en que dicho signo marcario gozaba de una fama que no había sido obtenida por ella”.